Desde el 7 de marzo de 2020, todas las empresas de más de 50 empleados deben tener el plan de igualdad. Se trata de un conjunto ordenado de medidas, adoptadas después de realizar un diagnóstico de situación; su objetivo es alcanzar en la empresa la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres y a eliminar la discriminación por razón de sexo. Este plan de igualdad debe seguir un procedimiento concreto para su elaboración y se debe registrar.

En caso de incumplimiento, las empresas se exponen a sanciones económicas. Además, el empresario podría perder automáticamente los beneficios derivados de la aplicación de los programas de empleo y la exclusión automática del acceso a dichos beneficios durante seis meses.

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