1/14/2025
El pasado 2 de enero de 2025 entró en vigor la Ley de Pérdidas y Desperdicio alimentario. ¿Sabes en qué consiste? ¿Sabes cómo te afecta a tu bar, cafetería, taberna o restaurante?
La normativa afecta a las empresas alimentarias en varios aspectos clave, con el objetivo de reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos y fomentar prácticas sostenibles.
Las empresas alimentarias como los bares, tabernas, cafeterías y restaurantes deberán trabajar, tras la aprobación de esta normativa, en los siguientes aspectos:
Obligaciones generales:
- Implementar un plan para la prevención de pérdidas y desperdicio alimentario basado en una jerarquía de prioridades que incluye la donación, transformación para consumo humano, alimentación animal, uso industrial y reciclaje.
- Colaborar con las administraciones públicas para cuantificar los residuos alimentarios y reportar datos de pérdidas y desperdicio.
Fomento de la donación:
Las empresas deben establecer acuerdos con entidades sociales para donar excedentes alimentarios, priorizando el consumo humano.
Hostelería y restauración:
- Obligación de ofrecer al consumidor la posibilidad de llevarse los alimentos no consumidos sin coste adicional, salvo en servicios de bufé.
- Fomentar la transformación de los productos que no se han vendido, pero que siguen siendo aptos para el consumo humano, en otros productos alternativos.
- Derivar el excedente a la alimentación animal o la fabricación de piensos dentro del correspondiente marco regulatorio y en particular, la Orden APM/189/2018, de 20 de febrero, por la que se determina cuándo los residuos de producción procedentes de la industria agroalimentaria destinados a alimentación animal son subproductos, con arreglo a la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados.
- Derivar su uso como subproductos en otra industria;
- Y en última instancia, ya como residuos, enviarlo para el reciclado y, en particular, a la obtención de compost y digerido de máxima calidad para su uso en los suelos con el objetivo de producir un beneficio a los mismos. Cuando no sea posible lo anterior, destinarlo para la valorización energética mediante la obtención de biogás o de combustibles.
Educación y sensibilización:
Las empresas deben formar y concienciar a emplead@s, consumidores y otros agentes sobre la importancia de reducir el desperdicio.
Régimen sancionador:
Establecimiento de un marco de infracciones y sanciones para asegurar el cumplimiento de las obligaciones.
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