5/14/2024
Reconocimiento. Parece que la palabra nos indique conocer dos veces... Alguna cosa habrá de eso. El reconocimiento es una asignatura pendiente. De hecho, es la falta de comunicación de nuestras percepciones sobre la calidad del trabajo de los demás. Todo comunica, la frase amable, la sonrisa e incluso la postura.
Esta es de las pocas cosas que no se aprenden suficiente en los miles de cursos de formación y que tienen que ver mucho más con las actitudes personales.
Interesarse por nuestra gente, sus logros, sus progresos y sus retos, los obstáculos que más les tensionan, así como las tareas que le son satisfactorias. Todo es una manera de conocerlos. No es preciso abordar la faceta personal, es aquella esfera que le rodea y que no debemos penetrar. Los llamamos círculos de intimidad y nunca deberíamos forzar mayor conocimiento de las personas que no nos sean claramente permitidos. Pero en lo profesional estamos plenamente instalados y tenemos el acceso directo. Conocer y, consecuentemente, reconocer en los momentos en los que se observa un logro destacado o una acción continuada positiva.
Cuantas inversiones realizamos para el estímulo, para la motivación y olvidamos el escaso coste y el gran valor de una palabra
Entonemos el mea culpa por haber desaprovechado momentos de acercamiento. Nuestro colaborador se hubiera dado cuenta de nuestra aceptación y consideración hacia su desempeño. Esta apreciación suya siempre genera respuesta. Este retorno será a favor de nuestra organización.
Dificultades: es preciso pensar en las personas. Sí, esto parece duro y nos puede la pereza. Un Excel se analiza sin demasiada tensión, pero una determinada actuación genera una carga emotiva mucho mayor y nos parece menos comprometido el discurso global, los agradecimientos al todo el colectivo e incluso el más atrevido orador finaliza sus palabras en un acto público con aquella frase de: os quiero… o alguna falsedad semejante. Se excusa por la simpatía, aunque en general, de escasa credibilidad.
Sugerimos una rápida reflexión. De la expresión Recursos Humanos, eliminemos la palabra Recursos, añadamos en su lugar la palabra Activos, o Riqueza, hagamos un ejercicio para ver en cada uno de nuestros colaboradores a alguien que nos ayuda en alguna cosa concreta en la que creamos que destaca y, luego, anotemos en algún lugar lo que podríamos comunicar a cada uno de ellos con carácter positivo. Esperemos unos días y, luego, sin aceleraciones y en los momentos oportunos regalemos estos comentarios.
Desde TAX estamos interesados en que nuestro consejo, nuestra ayuda, catalice en los mejores ambientes de las organizaciones. Confiamos en las mejoras técnicas y nos preparamos para ello. Sembremos todo ello en tierra abonada con las mejores actitudes.
Por cierto, gracias por su renovada confianza.
Jordi Adell
Director TAX BCB Barcelona