Editorial. Prosperar en el mundo de la asesoría

A menudo, los profesionales que nos dedicamos al mundo del asesoramiento nos preguntamos cuál es el hecho diferencial que nos permite prosperar en nuestro sector. Y es que “prosperar” o “ser próspero” es un término que se utiliza para definir un conjunto de cosas que muchas veces no sabemos explicar.

Desde mi punto de vista, este término, se podría definir como un crecimiento satisfactorio, óptimo y que siempre va ligado al optimismo y la felicidad. Tener éxito, en definitiva.
Toda persona u organización que presta servicios profesionales, bien sean de asesoramiento o de cualquier otro sector, necesita integrar en su ADN la palabra prosperidad puesto que será el hecho diferencial que permitirá imponer su manera de hacer, sus ideas e iniciativas, y trasladarlas a la persona que recibe el servicio, el cliente final.

Con esto no me refiero a que pueda haber diferentes puntos de vista sobre lo que se entiende por tener éxito. Probablemente cada cual lo asimilará de manera diferente. Pero lo que sí que es necesario es definir por uno mismo donde se quiere llegar.

El caso de TAX ECONOMISTAS Y ABOGADOS es un buen ejemplo. Desde el principio entendimos que el camino a seguir para tener éxito era crecer en el mundo del asesoramiento empresarial hasta situarnos al frente del panorama nacional en asesoramiento de PYMES y, por otro lado, mantener una rentabilidad sostenida en el tiempo para que este crecimiento no se estanque. Y esta es nuestra manera de prosperar, el camino a seguir.

Para acabar, me gustaría poner énfasis en la manera como se llega al objetivo final, al éxito. Y no es otra que haciendo el trabajo bien hecho. Sea el sector profesional que sea. Siempre ponemos de relieve el conocimiento y la experiencia y es obvio que estas dos virtudes son importantísimas para dar un buen servicio, pero hace falta no dejar de lado otras habilidades y actitudes que serán tanto o más importantes que las primeras y que no requieren ni inversión ni tiempo: amabilidad, sinceridad, predisposición a ayudar y la vocación de servicio que todos los asesores debemos tener.

En definitiva, si prestamos un servicio que cumpla las expectativas del cliente, ponga en valor nuestro trabajo y, sobre todo, resuelva las necesidades del empresario y solucione todos aquellos problemas que le puedan ir surgiendo, no tengo ninguna duda que estaremos más cerca de conseguir el objetivo y prosperar.

Cuando solucionas un problema fidelizas un cliente.


BALDIRI GIRONELLA 
bgironella@tax.es 
Director General TAX Economistas y Abogados

Plan de recuperación, transformación y resiliencia
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